-No sé tu nombre todavía
-Es que no te lo dije y parece que no sos ninguna mentalista
-¡Dale! Yo ya te dije el mío
-Bueno, es que yo no soy tan fácil.
-¡No seas forro!
-Quizás. Pero dame tu número así nos vemos de nuevo.
-No, te paso mi nombre y agregame al face.
-¿Que? ¿Dónde quedó el romanticismo del teléfono?
-Es lo mismo, tengo black berry y lo vivo chequeando.
-Yo también tengo eso y no lo entiendo
-Pasame tu Pin y..
-Veo que estás dispuesta a no darme tu número. Hagamos una cosa: ¿Querés que nos veamos de nuevo?
-¡Sí!
-¿Crees en el destino?
-¡Sí obvio!
-Yo no. Y creo que si no me das tu número no nos vamos a ver de nuevo.
-Pero el face..
-Hagamos esto. No me des tu número y si nos vemos de nuevo tu teoría del destino funciona y si no nos vemos es porque el destino es una gran mentira.
-¿Y que ganamos con eso?
-Si nos vemos, vos ganas creer en el destino y yo una noche con vos.
-¿Y si no nos vemos?
-Te demuestro que el destino no existe, pero nos perdemos la noche juntos.
-Pero..
-Listo, quedamos así, chau
-¡Todavía no sé tu nombre!

No creo que ese haya sido el final! No sos tan loco como para arriesgarte a perder una noche con alguien!
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